El judo, el judo...
Innumerables satisfacciones, momentos felices, momentos tristes y muchos nervios.
Es a estos últimos a los que queria dedicar estas líneas.
En mi época joven, de competidor, me di cuenta de que por muy frió que un competidor sea y por muy experimentado que este, siempre aparece una sensación de nervios a la hora del combate y en los momentos previos.
Más adelante y desde que ejerzo de entrenador en cualquier competición con mis alumnos, los nervios vuelven a apoderarse de mi. Pero esta vez son diferentes. Estas asesorando a tu competidor y estas muy cerca de el para tranquilizarle de alguna manera y absorber sus nervios que es justo lo que en ese momento necesita.
El pasado sábado, mientras se disputaba la superiora de España cadete en hondarribi, tuve el placer de ver en la silla de entrenador a un campeón al que vi crecer no sólo como persona sino cono judoka también. Ocupándose de sus chicos, de aquellos que aprenden y entrenan bajo su dirección técnica.
Era igor, al que enseñe a dar sus primeros pasos con el judogui puesto y al que acompañe cuando se colgaba sus primeras medallas de campeón de España en distintas categorías y que en la actualidad continuo siguiéndole en su evolución. Ahora ya en Valencia desde hace algunos años.
Cuando vi en hondarribi a estos chavales y a Igor dando instrucciones como entrenador sentí nuevamente una sensación de nerviosismo. Ahora eran nervios que pasaban del competidor al entrenador y del entrenador pasaban a un asiento de la grada donde me encontraba yo.
Querido Igor, se que te quedan muchos triunfos deportivos como competidor y también como entrenador. Y el día que alguno de tus alumnos alcance las metas que hasta ahora has alcanzado tu, sabrás la alegría que eso supone para un entrenador.
ZORIONAK ETA ANIMO TXAPELDUN.......
JOSE ENRIKE
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